Australia Group Secretariat
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Australia

Objetivos del Grupo

Las armas químicas y biológicas se aplican de forma indiscriminada y sus efectos mortíferos son bien conocidos desde hace tiempo. Se utilizaron por vez primera a gran escala en la Primera Guerra Mundial, cuando se expuso a los soldados a los efectos de gases venenosos, incluidos el fosgeno y el gas mostaza (un agente vesicante). Como consecuencia de ello, se produjeron más de un millón de víctimas, de ellas aproximadamente 100.000 mortales. Desde entonces, la tecnología relativa a la guerra química y biológica ha experimentado nuevos avances y se ha hecho aún más letal. El uso por Irak de armas químicas en forma de neuroagentes y gas mostaza en la guerra Irán-Irak, en los años ochenta, y el ataque con gas venenoso (sarin) en el metro de Tokio, en 1995, son ejemplos escalofriantes de los efectos indiscriminados e inhumanos de esta clase de armas.

Así pues, el objetivo principal de los participantes en el Grupo Australia es el de garantizar, mediante medidas reguladoras de la exportación de determinadas sustancias químicas, agentes biológicos y elementos y equipos para la fabricación de sustancias químicas y biológicas de doble uso, que las exportaciones de dichos productos realizadas desde sus países no contribuyan a la proliferación de armas químicas y biológicas. El Grupo persigue este objetivo recurriendo a mecanismos de consulta y armonización que ayuden a maximizar la eficacia de las medidas reguladoras nacionales aplicadas por los participantes. Las actividades del Grupo revisten especial importancia en este sentido, pues las industrias químicas y biológicas internacionales, al ser fuente de materiales para los programas sobre armas de esta naturaleza, son un objetivo claro de los que buscan la proliferación de dichas armas.

Los países participantes han reconocido desde el principio que las medidas reguladoras de la exportación no pueden reemplazar la observancia estricta y universal del Protocolo de Ginebra de 1925 y de la Convención de Armas Biológicas y Toxínicas (CABT) de 1972, ni tampoco la aplicación inmediata y la adhesión universal a la Convención de Armas Químicas (CAQ), que entró en vigor el 29 de abril de 1997. Todos los miembros del Grupo Australia son Estados Partes en las dos Convenciones mencionadas. El apoyo a estos instrumentos y a sus objetivos sigue siendo la finalidad prioritaria de los países que participan en el Grupo Australia. La aplicación por cada uno de los participantes de medidas reguladoras de las exportaciones contribuirá al cumplimiento de las obligaciones fundamentales derivadas de la Convención de Armas Químicas (artículo I, 1 a) y d)) y de la Convención de Armas Biológicas y Toxínicas (artículo I y III).

Las medidas reguladoras de las exportaciones son también un indicativo de la determinación de los países participantes de evitar cualquier implicación tanto directa como involuntaria en la proliferación de armas químicas y biológicas, así como de expresar su oposición a la utilización de estas armas. A las propias empresas comerciales e institutos de investigación, y a sus gobiernos respectivos, les interesa asegurarse de que dichas empresas e institutos no están suministrando, sin saberlo, sustancias o equipos químicos ni agentes o equipos biológicos para su utilización en la fabricación de armas químicas o biológicas. Este principio ha recibido el firme apoyo de las industrias químicas y biológicas de todo el mundo.